Si eres paciente de Endodoncia debes saber que para lograr un tratamiento efectivo y duradero resulta esencial: la radiografía.
Con ella no solo tu odontólogo podrá confirmar su diagnóstico y valorar la ubicación, forma, tamaño y dirección de las raíces y conductos radiculares sino que tiene la opción de calcular la longitud de trabajo antes de instrumentar, localizar los conductos difíciles o revelar conductos no sospechados así como ayudar a localizar la pulpa calcificada coronalmente.
De ahí que lo aconsejable para estos tratamientos es la realización de al menos cuatro radiografías periapicales:
-La primera para confirmar el diagnóstico
-La segunda para la conductometría (determinar la longitud del diente)
-La tercera para la conometría (comprobar el relleno del conducto radicular)
-La cuarta para el control inmediato (una vez hecho el sellado de los conductos y la obturación)
La quinta, aunque opcional, no es menos importante y debe realizarse para comprobar la evolución favorable de la patología.
Para obtener el tratamiento personalizado que mejor se ajuste a las características de su boca, mordida y alineación es necesario la realización de una serie de estudios previos que permiten a su médico conocer no solo la anatomía de sus dientes sino las particularidades del maxilar, la mandíbula y las estructuras óseas que lo componen así como detectar la causa de los posibles problemas de oclusión.
Los principales exámenes que componen un estudio de ortodoncia para un diagnóstico y tratamiento exacto son:
Radiografía lateral del cráneo o cefalometría: Procedimiento diagnóstico esencial antes de iniciar cualquier tratamiento del área de la ortodoncia, pues permite determinar las anomalías morfológicas, de colocación y de crecimiento de los dientes y a partir de los resultados establecer el tratamiento a ejecutar y su correcto seguimiento.
Radiografía panorámica: captura en una sola imagen la totalidad de las piezas dentales, así como senos maxilares y articulaciones temporomandibulares. Permite conocer el estado de las coronas, raíces dentales, del tejido óseo del maxilar, la mandíbula y problemas de desarrollo dental o las muelas del juicio.
Estudio fotográfico: Las fotografías de la cara del paciente permiten al ortodoncista estudiar las proporciones del rostro y cómo los problemas de oclusión afectan la cara del paciente. Para ello se realizan fotos extraorales (frontal, frontal sonriendo y lateral) y del interior de su boca para complementar el diagnóstico. El estudio fotográfico mostrará también la evolución del paciente y la efectividad del tratamiento.
Los avances de la nueva tecnología marcan tendencia en el campo de las radiografías dentales; siendo un proceso cada vez menos doloroso e invasivo resulta fundamental para obtener tratamientos odontológicos precisos y evaluar su evolución a partir de la comparación de imágenes tomadas en distintas fases del proceso.
Con una mínima exposición a la radiación, la radiografía digital permite ajustar el brillo y contraste de la radiografía, de modo que el menor trastorno capaz de afectar su salud bucodental no pasará de ser percibido.